La fotografía puede ser muy mentirosa. Aquello de
que una imagen vale más que mil palabras es, en la mayoría de los casos, una
coletilla recurrente, pero nada más que una enorme falacia. Sin embargo, en
cuanto a impacto se refiere, ella es la más grande. La fotografía, aunque con
límites en la narración, puede hacer sentir, demostrar e insinuar. Cuando se
habla de moda, contamos al menos una docena de grandes fotógrafos que han
participado en la construcción de una estética propia y que traza el saber
hacer del pasado y del presente.
Donatella Versace, al presentar su colección de
Alta Costura en París para Atelier Versace 2013, señalaba a dos de estos artistas como
inspiración para sus diseños: Horst y Man Ray. Y es que, Versace y los dos
fotógrafos en sus diferentes obras incluyen siempre e irremediablemente el
factor de la sensualidad sin pudor. Aunque tal vez, lo de Donatella pueda
denominarse de otras maneras menos
agradecidas.
Horst P. Horst nació Horst
Paul Albert Bohrmann en una Alemania a
la que no le esperaba su mejor momento. Según se dice, el cambio de nombre
responde a un intento de evitar las confusiones en Estados Unidos con el
apellido de uno de los líderes del NSDAP, Martin Bormann—Hitler no, el otro—;
no obstante, el archivo de Vogue cita este apelativo ya en 1931, cuando se
publicó su primera fotografía firmada en Vogue París. Horst, que siempre había
tenido suerte, antes de fotógrafo quiso ser arquitecto y con este pretexto se
mudó a París para trabajar con el mismísimo Le Corbusier. Siguiendo la
costumbre de trabajar con los grandes, en el arte de la luz le introdujo Hoyningen-Huene
y de su mano empezó a publicar en Vogue.
El fantasma de la guerra que se extendía por Europa llegó también a Francia y
Horst emigró a Estados Unidos, donde continuó su suerte.
Sus imágenes se diferencian por las poses congeladas y
esculturales de las modelos, afectadas y clasicistas. Si las fotografías de
Richard Avedon están llenas de movimiento, las de Host están marcadas por el estatismo.
Además de fotografía de moda —el grueso de su obra es al servicio
de Vogue, Diane Vreeland, Coco Chanel y retratos de la alta sociedad —, sus inquietudes artísticas iban
más allá. Horst se perdía en la sensualidad del desnudo. De hecho, formó parte del pabellón surrealista "El sueño de Venus" de Dalí en la
exposición universal de 1939 en Nueva York.
El sueño de Venus |
El director de cine estadounidense, David Fincher, antes de
ponerse a hacer grandes películas con Brad Pitt de protagonista — “Seven”
(1995), “El club de la lucha” (1999) y “El curioso caso de Benjamin Button”
(2008) — rodaba en 1991 el videoclip del single “Vogue” de Madonna.
Basta con echarle un vistazo al vídeo para ver la inspiración y homenaje al fotógrafo.
Y es que la imagen de una espalda desnuda y un corsé a medio atar llevará por siempre
a fuego el nombre de Horst P. Horst.